jueves, 5 de agosto de 2010

Raíles de tranvía


Mi barrio era el mundo desde el que me hacía todas las preguntas y trataba de encontrar respuestas que aún sigo buscando.
Barrio con un olor doméstico a jabón de coco y a leche recién hervida.
Tal vez vuelva al barrio algún día, tal vez no vuelva nunca.
Uno anda perdido por este "primer mundo" hasta que un día, porque sí, su barrio lo encuentra. Lo coge de la mano y lo lleva de paseo por el recuerdo.
Eso me ha pasado a mi, al ver una fotografía del último tranvía que recorrió mi barrio, me la envió Maurecio Rueda. La tomó él, corría el año 1961.
Tarde de cielo bajo fué la que despidió al último tranvía.
Unos pocos pasajeros, Luis Sabino Ciorciari, Juan Carlos Yguri, Beto Dupont, Cacho Agostini, Eduardo Antoñanzas, Luis Poncio.
Aún el alma estaba tierna cuando escucharon su tilín, tilín, tilín.
En algún lugar del barrio quedó este sonido. Junto a alguna gente que a sí misma se sucede. Y las estrellas que dicen que son las mismas, o tal vez sean el reflejo de las que ya no están.

4 comentarios:

Noelia y Maira dijo...

Tia te leo sin comprender lo suficiente..
y es que lejos estoy todavia de olvidar mi barrio.
ya no vivo en él pero vuelvo con frecuencia.
Quien sabe cuanto lo recordare cuando este lejos.

y de Paso...
para que visites:
Nuevo Blog!!!!
Mil Besos. Noe Requena.

Anónimo dijo...

Hola Noe, estoy viviendo momentos maravillosos. He recuperado el contacto con mi compañera de banco del colegio. Y a través de una persona en facebook, mi barrio. Gracias x leerme. Un beso grandote.

Pocho Rueda dijo...

amiga querida;Por dónde se han ido mis tiernos amigos de la esquina en el último tranvía! Y sus madres nada saben de ellos!Yo lo puse en sus manos y en ls tuyas,y vos diste tu versión tomando distancias de la dimensión de mis recuerdos!Gracias por volcar tu sentir,q es el mío en gran parte,gracias por llevar mis evocaciones de aquellas tardes de engrudo,papel de diario,churros,maniseros,masiteros,de las últimas carretas q venía por Saavedra desde Córdoba y tgraían arrope y patay,de aquellas troyas con trompos cachuzos y veredas de tierra preñadas de bolitas de vidrio y de cemento,y de algun puchito fumado a hurtadillas para sentirnos hombres...gracias Dios por haberte encontrado,mi corazón de niño busca a tu hermanita para acariciar sus trenzas,sentir su voz de nena algo chillona,pero le escribo a tu corazón.y él me devuelve respuestas q pueden vestirse de un lila o azul,q son los colores con los q sueño al pasado.Nadie mejor q vos podría haber interpretado mi idilio con el tranvía,extraño amor con monstruos de hierro q desaparecieron,somos una generación de náufragos y sobrevivientes....
Perdona q apriete tus manos con tanta fuerza,lejos estan mis ansias de herirte....

Beatriz dijo...

Amigo-hermano, la emoción me embarga y te entiendo,¡Vaya si te entiendo! Algo tuvo que pasar para que tú y yo nos conectáramos. Y ese "algo" lo reconozco, dos grandes ojos pardos que miraban con ternura y asombro. Escribo desde el recuerdo de la niña que fuí y que aún conservo en mi corazón. Siento el calor de tus manos, y me hace muy feliz el sentirlo.